Huele bien, sabe bien, se ve bonito, ¡pero no es de temporada, vamos!🌷

Imagina que es 14 de febrero, el Día de San Valentín (hola a los que están sin Valentín o que se llaman Valentín de verdad). Quieres hacerle un regalo a tu pareja. Vas a Claudia, la florista del barrio, al lado de Juan, el carnicero de la calle de abajo, y piensas: “Vaya, vaya, vaya, ese pequeño ramo de rosas rojas… ¡al carrito!” Claudia te cobra y te vas a casa.

¡Horror! ¡Desastre! Te olvidaste de un detalle… no es temporada de rosas. Y además, los tomates que compraste de paso camino a casa tampoco están en temporada. ¿Ves a dónde queremos llegar? ¿No habrá ensalada de tomate con mozzarella esta noche? Sí, eso ya es un problema, pero no es todo. A nosotros tampoco nos encantan los puerros, pero sigue siendo muy importante consumir frutas, verduras y flores que estén en temporada.

Entonces estarás pensando: “Qué simpáticas son, pero ¿qué le compro en lugar de las rosas?” No, no puerros, ¡mantente concentrado! Hay muchas flores bonitas en febrero: tulipanes, mimosas o renunculas (no es un nombre muy sexy para una flor, lo admitimos, pero son muy bonitas, un poco como la palabra ratatouille: no da muchas ganas, pero está buena). Así que hazte la pregunta: ¿está en temporada o no?
Además, es muy fácil encontrar esta información en la red mundial de Internet.

Pero volvamos a nuestros tomates. Sabemos que son deliciosos, pero no en invierno. Así que, por favor, evita comprar mandarinas en agosto o fresas en noviembre. Podemos enviarte a un sitio web genial que lista las frutas y verduras de temporada sin que tengas que preocuparte:
👉 https://www.greenpeace.fr/guetteur/calendrier/
(Hay muchos otros, pero era largo de listar y teníamos artículos increíbles que redactar.)

Y ahora piensas: “¿Por qué me molestan estas dos? ¿Para qué sirve esto?”
Sirve para comer productos de mejor calidad porque, abracadabra, ¡es temporada! Y también sirve para no arruinar toda una cosecha recogiendo cosas que aún no han terminado de crecer.
También ayuda a no consumir productos que vienen de la otra punta del mundo, que han viajado quince horas en avión con escala en Perú antes de llegar a tu plato. Porque al final, es como lo que Gab te dijo sobre tu ropa: es una pena si tu plato viaja más que tú.

Bueno, besos y que disfrutes tu tarta de puerros.